Piazza San Sepolcro

Donde actualmente se encuentran la plaza y el complejo de la Ambrosiana, en época romana se hallaba el Foro, que era el centro de la ciudad donde se cruzaban las dos calles principales, llamadas “cardo” y “decumano”. La topografía de esta área pone en relieve la presencia de una retícula de calles de época romana reproducida por las calles actuales. La iglesia del Santo Sepolcro (1) fue levantada en el siglo IX y reconstruida enseguida después de finalizada la primera cruzada (1096-1099) imitando el Santo Sepulcro de Jerusalén, es decir, en estilo románico, de tres naves con matroneos y cripta. Leonardo llevó a cabo algunos célebres bosquejos de esta iglesia. Entre las columnas delgadas que caracterizan la cripta, se encontró un pavimento de bloques de mármol perteneciente probablemente al Foro romano. Por orden del cardenal Federigo Borromeo, el interior de la iglesia fue restaurado por Aurelio Trezzi quien, en 1605, en el lugar de las ocho pilastras colocó ocho columnas de granito con capiteles de estilo corintio y eliminó los matroneos. La fachada, que había sido reconstruida en el siglo XVIII, fue nuevamente renovada entre 1894 y 1897 por Gaetano Moretti y Cesare Nava en estilo románico lombardo. Sobre la plaza se asoman también la Biblioteca Ambrosiana (2), con el atrio de entrada de tímpano que precede el vasto salón “federiciano” dedicado a Federigo Borromeo y el Palazzo Castani (3), del cual queda de su estructura originaria, del siglo XV, sólo el portal y muchos elementos del patio interior. La fachada es del siglo XVIII. En 1937 se convirtió en la sede de la Federación fascista y fue ampliado por Piero Portaluppi, el cual realizó la Torre Lictoria y el lado este del edificio.

Para obtener más información sobre eventos culturales y ofertas en Milán, visite el sitio web YesMilano